lunes, 16 de enero de 2017

MI LLAMADO

MI LLAMADO
Filipenses 3:13-14 Biblia Pratt
Hermanos, no considero que yo haya todavía echado mano de ello; mas una sola cosa hago, y es que, olvidando las cosas que quedan atrás, y dirigiéndome hacia las que están delante, sigo corriendo presuroso hacia el blanco, para el premio de la vocación celestial de Dios en Cristo Jesús.

INTRODUCCIÓN
Al estudiar la Biblia podemos darnos cuenta que el Padre le hizo varios llamamientos a su hijo Jesús para poder realizar el plan de salvación y de esta manera regresar victorioso a la casa de su Padre, y lo mismo que le sucedió al cuerpo físico le sucederá  al cuerpo místico que es la iglesia para poder llegar a la perfección.

Estábamos en el desierto (tipo del mundo), pasamos por el valle de Acor (decisiones), el Eterno nos encontró en Mahanaim (unión de campamentos) para ser transformados por la revelación del poder de la sangre de Cristo y aceptar el llamado manifestado en nuestro corazón y en nuestro espíritu.

DESARROLLO
Es importante considerar que un llamamiento es una invitación que Dios nos hace para que realicemos un servicio para el, o para que alcancemos un galardón. Hay multitud de llamamientos, pero estudiaremos cuatro  principales, hasta llegar al Supremo Llamamiento.

1.    Del cielo a la tierra (pre existencial)
2.    De Egipto a Israel (para salvación)
3.    De Israel al Jordán (para servir)
4.    De la tierra al cielo (para inmortalidad)  

1.    DEL CIELO A LA TIERRA, (predestinación) 1 P. 1:20, Ro. 8:29-30:   El Señor Jesús vino a la tierra para poder cumplir el mas grande sacrificio por la humanidad (la expiación de los pecados) y para ello tuvo que tomar un cuerpo semejante al nuestro (Jn. 1:14, He. 2:14) llamamiento que le fue‚ hecho desde antes de la fundación del mundo. Estando aún en la casa del Padre (2 Ti. 1:9) se nos hizo un llamado a esta tierra para cumplir una tarea específica para lo cual es importante tener una identidad y cuando nos llamen poder decir, ¡heme aquí! (Is. 6:8)

2.    DE EGIPTO (mundo) A ISRAEL (iglesia) Mt. 2:14, Os. 11:1, 1 P. 2:9:  En Jesucristo este llamamiento se cumple literalmente, en nosotros cuando somos trasladados de un reino de tinieblas a un reino de luz, nos señala el momento cuando el Señor nos llama del mundo de pecado (Egipto) para que vayamos a Israel (formar parte de su nación espiritual Gá 6:16, y poder ser restaurados) EGIPTO tipifica al mundo de donde fuimos sacados cuando estábamos muertos en delitos y pecados, a través de un proceso de adopción:
a.    Pasar de muerte a vida (Jn. 5:24, Ef. 2:5, Col. 2:13)
b.    Pasar de las tinieblas a su luz (Col. 1:13, 1 P. 2:9)
c.     Ser pueblo de Dios (Ef. 2:19, Ro. 9:25-26)
d.    Ser hijos de Dios (Jn. 1:12-13)
3.     DE ISRAEL AL JORDÁN (preordenamiento) Mt. 3:13, Lc. 1:73-75:  Después de ser salvos recibimos otro llamamiento (2 Tim.1:9) ahora para servir a aquel que nos salvó, Jesús descendió al Jordán para ser bautizado y dar inicio a su ministerio, es importante saber que el río Jordán es una de las partes mas bajas de la tierra  quiere decir que para servir tenemos que humillarnos, Jesús no vino a ser servido (Mr. 10:45), el servicio a Dios tiene sus requisitos: nuestra activación para servir está en el proceso que Jesús le enseñó a NICODEMO (Juan 3): nacer de nuevo, nacer del agua (bautismo en agua) y nacer del Espíritu (bautismo en Espíritu Santo), los tres implican sumergirse es lo que produce identidad, obediencia, y actitudes profundas de fe. Pasar de Israel (Iglesia) al Jordán (Régimen nuevo del Espíritu) significa recibir muchas cosas que Dios preparó de antemano para que las recibiésemos en toda su plenitud para servirle en el poder de su Espíritu:
a.    Servir es un don (regalo) de Dios (Ro. 12:7)
b.    Se requiere diligencia (Ro. 12:11)
c.     Convertirse de los ídolos al Dios vivo (1 Ts. 1:9)
d.    Tener una conciencia purificada (He. 9:14)
e.    Tener gratitud para servir (Heb. 12:28)

En el servicio a Dios somos levantados para 3 cosas específicas, (Is. 42)
f.      Para ser vistos (luz al mundo) Ef.5:8, 1 Tes.5:5
g.    Para morir (Col.3:5, Rom.8:13)
h.    Para ser honrados (Rom.2:10-11, 12:10)

4.     DE LA TIERRA AL CIELO (Jn. 3:13, Ef. 4:10):  Con este llamamiento se cierra el ciclo, y de igual manera que el Señor Jesús regresó a la casa del Padre nosotros volveremos al lugar de donde salimos, A LA CASA DE NUESTRO PADRE CELESTIAL (Sal. 23:6 Biblia de las Américas) y dice en Apocalipsis 3:12 QUE NUNCA MAS SALDREMOS DE ALLÍ, pero debe haber en nosotros el anhelo del salmista David; no descansar‚ hasta que no despierte a su semejanza (Sal 17:15), y tener una meta como el apóstol Pablo; EL PREMIO DEL SUPREMO LLAMAMIENTO, O DEL LLAMADO DESDE ARRIBA.

Existen otros llamamientos que son importantes en la vida del cristiano, y son:
Ø       A heredar bendición (1 P. 3:9)
Ø       A tener paz (Col. 3:15)
Ø       A tener esperanza (Ef. 1:18)
Ø       A santidad (1 P. 1:15, 1 Co. 1:2)
Ø       A tener libertad (Gá. 5:13)

CONCLUSIÓN
Dios nos está  llamando constantemente, espera que nosotros atendamos a su llamado, por eso nos dice; sí oyes hoy su voz no endurezcáis vuestros corazones, no como el pueblo de Israel que obstinadamente menospreciaba los llamados que Dios les hacía, y que por la misma causa deje de hablarnos como lo hizo con su pueblo Israel, ATENDAMOS LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO EL CUAL NOS GUÍA A TODA VERDAD Y A TODA JUSTICIA.


El diaconado puede ser la meta del supremo llamamiento o parte del proceso de algo futuro, pero de todas maneras es ver la gloria manifestada en vasos de barro.

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